Noviembre se adentra en el otoño tiñendo de ocres, pardos, y verdes oscuros la naturaleza, sea salvaje o en nuestros jardines, públicos y/o privados.
Pero en noviembre tenemos también dos citas que marcan el calendario haciendo un alto en nuestras vidas cotidianas, fundamentalmente en países católicos y nos hacen reflexionar: el 1 de noviembre es el Día de todos los Santos y el 2 de noviembre celebramos el Día de los fieles difuntos, también conocido popularmente como el Día de los muertos.
¿Qué diferencia al uno del otro?
Os lo explicaremos brevemente y os razonaremos el porqué de éste artículo en el blog Un mundo de flores, aunque intuimos que lo entenderéis conforme vayamos avanzando.
Empecemos por orden, cronológicamente:
1 de noviembre, Día de todos los Santos
Los católicos celebramos este día desde hace casi 1300 años, cuando el papa Gregorio III dedicó una capilla en el Vaticano a todos los Santos y se institucionalizó su celebración en el 1 de noviembre, dentro del ámbito vaticano. Un siglo después, otro papa Gregorio, el IV, amplió su carácter a toda la Iglesia y universalizó su celebración entre los católicos del mundo entero.
Se convierte pues en un día de fiesta y no se trabaja los 1º de noviembre. Los católicos han de acudir a misa y en las iglesias y catedrales se venera a los Santos.
2 de noviembre: Día de los fieles difuntos
Esta es una fecha más conmovedora… en el Día de los Fieles difuntos recordamos a nuestros seres queridos, a quienes nos han abandonado. Reza la tradición que sea un día en el que los católicos (aunque se ha extendido al ámbito protestante) acudimos al cementerio para honrar a nuestros difuntos con flores.
Cementerios, lugares de culto como iglesias y catedrales, incluso hogares. Las flores se convierten en el vínculo entre los presentes y los ausentes que nunca dejarán de estar con nosotros en tanto en cuanto pervivan en nuestra memoria y en nuestros corazones.
Ahí radica la importancia de las flores en esta fecha tan señalada. Se trata de una celebración. Los anglosajones de tradición protestante se llevaron el acto a un concepto más lúdico como Halloween, mientras que los católicos, y por ende en todo Lationamérica, honramos a nuestros muertos ofreciéndoles flores.
En Floristería Las Camelias lo sabemos. De hecho es una fecha clave para comprender de qué está hecha nuestra Sociedad. Siempre mirando al futuro, pero sin olvidar nuestro pasado: nuestros familiares y amigos que ya no siguen entre nosotros, salvo en nuestros comentarios cariñosos, nuestras sonrisas al recordar y con nuestros ramos de flores para tender un puente hacia quienes hemos amado y seguimos queriendo.
Es justo el momento en que nos preguntamos, ¿qué tipo de flores son apropiadas para una celebración como esta? Y para eso estamos nosotros, para asesorarte y procurarte el mejor ramo o centro de flores para tus difuntos.
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