La decoración floral de los exteriores de boda es crucial. Hace un año os hablamos de las ceremonias exteriores, pero hay un sinfín de aspectos a tener en cuenta para que este día sea inolvidable.
Hoy os hablaremos de la decoración floral de exteriores, en global, para una boda. Nada puede quedar para la improvisación y todo tiene que responder a un conjunto, un todo que es tu boda. Porque la ceremonia, siendo capital, mejor dicho, siendo el núcleo de toda esta fecha, al final ocupa un mínimo espacio de tiempo y, terminada ésta, el resto tiene que lucir acorde para la ocasión.
Estas fechas veraniegas aportan un valor extra a tu boda, tanto a la celebración como a la ceremonia en si misma. La luz; el clima… Si una boda otoñal puede lucir maravillosa, o una invernal puede invitar al recogimiento, una boda veraniega luce espléndida y nos permite conjugar la naturaleza que te rodea para, recreándola y recreándonos en ella sacar el mayor partido a tu boda.
Habrá novios que decidan, incluso, trasladar la ceremonia al exterior: una decisión muy habitual que implica un éxito garantizado. Pero son muchos más los elementos decorativos para una boda exterior que son importantes y a veces pasan desapercibidos.
Pero, ¿os habéis preguntado por qué pasan desapercibidos?
Esa es la clave. Porque están en armonía. Armonía con el sitio, con el carácter de la cita, con el resto de la decoración, con el ramo de la novia y con la personalidad de los novios que contraen matrimonio. Si la decoración floral del exterior no estuviera contemplada, o no estuviera bien asesorada, destacaría. En algunos casos hasta chirriaría. Y sería un error.
En Floristería Las Camelias lo sabemos. La decoración exterior de una boda tiene que fluir en armonía con el resto de los componentes de la boda. Desde que la novia aparece en su coche hasta que suspira mirando al cielo para dar gracias porque todo ha estado fenomenal. Todo forma parte de la decoración de tu boda. Un muro exterior cubierto con flores, solución para algunos entornos rústicos que crean un ambiente maravilloso; La disposición de los invitados en las mesas para el banquete; Los senderos que unen ambientes: de la ceremonia al banquete, al jardín… que pueden convertirse en verdaderos jardines victorianos para asombro de los invitados. Jarrones de flores dando luz, color y calor a la celebración; E incluso esos detalles rústicos que, bien rematados, harán de tu boda un recuerdo especial.
Todo tiene su importancia. Todo tiene que estar decorado. Todo tiene que pasar desapercibido para, con la suma de cada detalle, hacer que tu boda luzca y todo apunte a los novios, y sobre todo a la novia como verdadera protagonista en la fecha más señalada de toda su vida. Ese instante en el que los novios, ya casados, se enmarcan bajo uno de los arcos hechos con flores. Arcos respetuosos con la estructura y la arquitectura que, sin embargo, la ensalzan y convierten a los novios en el centro de atención para familiares, amigos y, no podemos obviarlo, de los fotógrafos que comprenden el calado de nuestro trabajo discreto y elegante para enmarcar a los recién casados en una fotografía que los acompañará de por vida.
El éxito de nuestro trabajo radica en que todos los asistentes comprendan que la sencillez del resultado implica un esfuerzo y oculta una planificación y un trabajo esmerado para que, sin perder detalle, todo luzca en consonancia con tu boda.
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