El verano es la época para disfrutar de los jardines particulares.

Sí, sabemos que habrá quienes lo prefieran en otoño, y que hay partidarios de la primavera. Por haberlos los hay que prefieren el jardín invernal, con un lecho de nieve esponjosa. Pero en este artículo defenderemos que los jardines son como las bicicletas, para el verano.

Porque en verano será cuando más y mejor se pueda disfrutar. Durante el día los niños podrán dar rienda suelta a su imaginación y jugar a lo largo y ancho del jardín. Y por la noche, con la iluminación correcta, el jardín será el marco de buenas tertulias y algún que otro cóctel de verano con los amigos.

Para ambos usos, el de los niños y los no tan niños, será conveniente un cuidado adecuado del jardín y sus diferentes verdes, sean césped o plantas. No vamos a daros un cursillo de jardinería en este post, pero solo os daremos un consejo básico y útil que os ayudará a sacar todo el partido del jardín y además os ahorrará mucho dinero y más quebraderos de cabeza…

Si decoras el jardín con plantas autóctonas verás cómo se reduce de un modo considerable la factura del agua. Suelen ser plantas que necesitan poco o ningún riego que sobreviven a las inclemencias del clima porque están diseñadas para estos rigores de sol y frío alternados. Pero el césped sin embargo tendrás que regarlo sí o sí o se echará a perder. Riega por las mañanas y al atardecer. Programa el riego y solo con su programación, si es por goteo mejor que mejor, ya ahorraras mucha agua. Pero si lo programas sobre las 7:00 de la mañana “con la fresca” y sobre las 21:00h aprovecharás hasta la última gota de agua. Al no haber sol en esas horas evitarás que parte del agua del riego se evapore, pero también evitarás que el agua se recaliente (por ejemplo a las 15:00h) y cueza el césped asfixiándolo.

Si además pretendes dar un cóctel y tener visita para cenar en el jardín, haznos caso, riega un poco antes de la hora a la que los hayas citado y el ambiente será húmedo y fresquito y todos los asistentes te lo agradecerán. Si a ese frescor le añades alguna jardinera luminosa que de un ambiente íntimo al jardín, miel sobre hojuelas.

Otro detalle de buen gusto y bien acogido por los invitados será enmarcar las entradas y salidas al jardín con jardineras y plantas. Sobre todo cuando dichas entradas son de cristal. Enmarcando los accesos evitarás algún que otro momento embarazoso y darás un toque de color y de calor a la zona de paso.

Si tu jardín es profundo y por la noche ofrece rincones “ciegos” os recomendamos salpicarlo con algunos puntos de luz. De este modo los niños no pasarán miedo cuando jueguen por la noche en el jardín y los padres no tendrán que escrutar las sombras y podrán estar tranquilos teniendo todo el jardín dominado a simple vista.

Hemos de reconocer que en Floristería Las Camelias hemos recibido encargos de todo tipo para decorar jardines. Tipo Zen; patio andaluz; minimalista… y, todo hay que decirlo, algunos clientes nos han pedido que decoremos sus jardines (o terrazas) con plantas artificales.