Hoy nos tomamos un descanso. Nos vamos de viaje.

Pero nos vamos de viaje, en el tiempo. Y os invitamos a acompañarnos.

  1. Destino: 2010
  2. Lugar: Shanghai
  3. Motivo: La Copa del Mundo Interflora

Como podréis observar, con unos ingredientes así, la receta no puede estar nada mal.

Nos permitiréis que hoy no os hablemos de nuestros ramos para novias, ni de nuestras novedades. Hoy, o mejor dicho, “éste artículo” será íntimo. Si nos apuráis… intimista. Porque vamos a abrirnos el corazón para hablaros de nuestro jefe, Fernando Espadas y de la proeza que consiguió aquel año de 2010 en el que su nombre pasó a la Historia de España, por lograr llevar a nuestra industria floral a lo más alto.

Le dedicamos éste artículo, para que lo abra en su móvil cuando esté de vacaciones y lo lea. Y leyéndolo hacerle dar un salto en el espacio y en el tiempo, para que vuelva a saborear las mieles del éxito cuando llevó a la decoración floral española a su mejor clasificación mundial, en materia floral, en toda su historia logrando el 6º puesto y puso a España en las agendas de todos los floristas internacionales pues, viendo su trabajo, comprendieron que algo se estaba cociendo aquí, en el sur de Europa. Talento, buen gusto, sensibilidad y grandes materias primas puestas a merced del ingenio de un genio que sabe coger cada elemento por separado y presentar un todo como si hubiera existido de toda la vida y él tan sólo hubiera tenido que retirar un velo que lo cubría para descubrírnoslo.

Así es él y así nos lo transmite a todos los afortunados que formamos parte de su equipo. Porque al gusto y al talento hemos de sumarle su labor y dedicación. Su afán por mejorar año tras año y por enseñarnos a quienes sabemos que acercándonos a él aprenderemos. No sólo de flores, ni de novias, sino de profesionalidad y pasión por un mundo el floral, que se vive y se siente a partes iguales y todo eso nos lo transmite él, cada día. Y os lo transmite a vosotros, haciendo de vuestras bodas algo inolvidable. Y lo plasma temporada tras temporada, como en los últimos artículos publicados, que los dedicamos a las novedades de arte floral y a más novedades todavía, fruto de su incombustible afán por mejorar, innovar y satisfacer a los clientes y amigos que esperan con gusto para verse sorprendidos por Fernando.

Fue un año entrañable y un resultado por encima de todas las mejores previsiones.

Y fue, lejos de una meta, un punto de partida porque quedar en 6º puesto le hizo comprender que si había llegado allí era por su trabajo, pero que si quería seguir siendo único y gozar con la complicidad y la alegría de sus clientes, tendría que seguir innovando, probando, diseñando, soñando y, sobre todo, materializando esas innovaciones, esas pruebas, esos diseños y todos esos sueños suyos, tuyos y nuestros.

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