En nuestro último artículo avisamos que 2024 está a la vuelta de la esquina. Lo escribimos para las novias que se casarán el año que viene. Para que no se duerman en los laureles.

Hoy os hablamos de la Navidad. Que, como quien dice, falta un suspiro para que llegue.

Floristería Las Camelias lo advierte con tiempo porque luego vienen las prisas, los sobresaltos y las preguntas. Que si las luces están fundidas, le falta una rama al árbol, ¿dónde está la mula del Belén? Y ¿No habíamos guardado las guirnaldas para el pasamanos de la escalera?

Esas cosas han pasado, pasan y pasarán.

Por eso nos adelantamos un poquito en el calendario. Para demostrar que más vale prevenir que curar. Ya podréis bajar al trastero, o ir al garaje, para supervisar el material y reponer lo que sea necesario.

O podéis tomar la decisión de hacer cambios, y de llamarnos o visitarnos para planificar algo totalmente diferente.

Ve pensando en la chimenea. En cómo quieres que luzca para decorarla a tu gusto y quede inmortalizada en las fotos que verán tus hijos dentro de unos años, o tus nietos dentro de unas décadas.

Quizás seas una de esas personas que rezuman tradición y la conjugan con el buen gusto. De las que os gusta salir al jardín, con las tijeras de podar, para recoger un puñado de ramitas y usarlas para decorar un pasillo, o un marco. Ese arco natural y navideño os lo podemos preparar nosotros.

Y todavía vamos un poco más lejos…

¿Eres el gerente de una empresa, o de un edificio de oficinas, o de un centro comercial?

¿Eres el administrador de una Comunidad de vecinos?

Estos casos son todavía más delicados. Porque no es la decoración de tu casa lo que está en juego. Es la decoración navideña de tu empresa, o la decoración para Navidad de la comunidad de vecinos que administras… Estos casos requieren planificación. Estudio, petición de información, de presupuestos que os aprueben en la empresa o los vocales de tu comunidad…

En estos casos hay que adelantarse, si cabe, un poco más. Para que no peligre tu trabajo o no te echen un rapapolvo por dejar la decoración de Navidad para el final y llegar tarde, o no llegar.