Ya decíamos en nuestro anterior artículo que hay un ramo de flores para cada ocasión… en circunstancias normales, qué deciros cuando hablamos de un ramo de novia.
En este caso no existe un ramo de flores para cada ocasión, ni aunque nos pudiera facilitar la labor, tampoco existe un ramo de novia estándar.
El ramo de novia es único, como cada prometida
Nuestra función en este caso es saber entresacar la personalidad de la novia, conocer (o por lo menos tener unas pautas mínimas) el vestido de la novia, hablar con ella y dejarla respirar a gusto para, hablando y respirando que nos sepa transmitir quién es, cuál es su estilo y cómo respira ante semejante cita… en el altar.
Hemos de escuchar y observar y, gracias a nuestra experiencia, hacer una radiografía emocional de la novia para ir eligiendo los tonos, olores, colores, texturas, tamaños y volúmenes adecuados para hacer su ramo de novia. No “un ramo de novia”, “su ramo de novia”, y aquí es donde nos gustamos.
Y lo hacemos porque los años y la sensibilidad han hecho que acertemos en un 101% de las ocasiones. Nuestro truco… muchas veces nos la han preguntado, “¿cuál es vuestro truco para acertar con el ramo de novia?”. Saber entender. Saber escuchar. Saber comprender. Saber entrever lo que no se dice, pero se insinúa. Saber anticiparnos y saber sorprender con el ramo de novia adecuado, perfecto y exclusivo que permita a la novia afianzarse en su tallo cuando camina hacia el altar irradiando no solo felicidad, su personalidad y su carácter. Todo esto ha de quedar reflejado en un ramo de novia para que no sea “un” si no “su”: “su ramo de novia” y lo pueda lucir con alegría.
Porque la novia es la protagonista en la boda
Lo es, sin duda alguna, y todos los detalles que la adornan en su día están hechos a su medida, para arroparla y acompañarla, incluso su ramo. Un ramo inconcebible para otra novia porque una vez diseñado la novia se siente identificada con la pequeña obra de arte que es su ramo, como bien anticipáramos en el artículo que publicamos con motivo de nuestra participación en Say yes!.
En la Floristería Las Camelias podemos sentirnos orgullosos y afortunados. Orgullosos por la expresión de satisfacción que vemos dibujada en los rostros de nuestras novias; afortunados por vuestra confianza y fe en nuestra experiencia y saber hacer. Aunque recordad que el verdadero éxito en vuestro ramo de novia no es nuestro, si bien ponemos nuestro granito de arena, sino vuestro por dejaros asesorar y orientar por alguien que se dedica en cuerpo y alma a haceros felices en el día más importante de vuestra vida. El resultado es un ramo de novia personal y transferible, si así lo desea, entre las futuras novias el día de la celebración.
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